Description
“El poema no viene. / Y cuando viene resulta fallido,/ impreciso”, escribe Hilst en uno de los primeros poemas del libro Balada de Alzira (1951) -y que junto a Balada de festival (1955) conforman el libro traducido por Biedma-. En esa afirmación, con tono de lamento, se encuentra gran parte de la potencia poética que caracteriza a la escritora: hablar de lo que no se tiene, pero se quiere, habitar esa tragedia tan frecuente que es habitar a nivel discursivo nuestros deseos pero nunca concretarlos del todo.
Yo cantaré a los humildes
Los de lengua trabada
y ojos ciegos
aquellos a los que el amor hirió
sin derrumbar.
Cantaré el gesto
de los que piden y no logran
la resignación de los santos
la sonrisa velada e inútil
de los hombres que se conforman
Yo cantaré a los humildes
Al hombre sin amigos
Al amante sin esperanza
de retorno
Cantaré el grito
de escucha universal
y de misterio nunca develado
Seré el camino
la boca abierta
los brazos en cruz
la forma
Hacia mí
vendrán los hombres desconocidos